Donde estuviste tejiendo... en mi,
un beso de algodones, suavecito, tierno
volando enamorado a mis labios rosa
te recordé amor, en el aire ese que juguetón
se deslizaba, entre mis dedos abandonados,
y acariciaba mi rostro, y mis carmines mejillas
te invitaron a tocarme, con la punta de tus dedos
recorriste mi rostro sereno, hipnotizado, tuyo...
y en la trama de un anhelo dormido
me hiciste tuya, una vez más como en cada uno
de nuestros sueños, compartidos, silenciosos, cómplices...
mudos, murmurándonos al oído, en la distancia de un beso dormido.