Ese parque a medio atardecer. La gente camina taciturna. Una banca cubierta de rocío.Tú y yo. Ya no hay más nosotros desde aquel café. Solo tú, mirándote las manos. Solo yo, mordiéndome los labios. Aquel último beso racragando la tensión del ambiente. La brisa húmeda empapándonos de recuerdos. Tu voz callada. Mi garganta muda. Un suspiro cortándonos ese silencio. Es el pasado que reclama algún futuro. Son mis reproches, tus excusas; escapándose, liberándonos. Quedándose este amor en nuestros brazos. Y nos dejan solos, contemplándonos los labios. Y se ven dos sombras, tomándose las manos......