Yo, que casi no creo en nada
yo, que casi creo en todo,
Te dejo una plegaria, dulce aroma de los días
reflejo de los encuentros,
pequeña caricia del alma,
donde Díos te alcanza y te cubre,
plegaria despierta que sueña
y convoca la belleza,
la amistad que das tan profundamente
clara, te dejo una plegaria
que te despierte el alma.