.
Vivió y murió dentro de mí...No me di cuenta… Solo noté, casi al final del embarazo que no se movía, pensé que dormitaba, porque: !éeeso siii era perezosa!, sentía su cuerpo, sus risas y el color de sus ojitos, fue un embarazo lindo, sin tropiezos...Era mi primera vez, asistí regularmente al control prenatal...Todo bien... Pero ¡no quiso nacer!, solo vivió dentro de mí y partió un día, calladamente sin molestarme, sabes: extraño su futuro y su primer grito no dado...
En ese momento se volvió hacia papá y le dijo en un tono indescriptible para mí, tal vez una mezcla de nostalgia y frustración contenida:
¡No me dijiste nada, me ocultaste la verdad...!
Guardó silencio...Tal vez en ese instante volvió a vivir su antiguo dolor, su tristeza de padre, sus ojos se perdieron en los recuerdos. Se llevan dentro,esos dolores, muy dentro y solo afloran en instantes de nostalgias...Silencio entre los segundos... Y saben, solo atiné a decir:
¡Mamá !, estoy seguro, que eso fue lo mejor que pudo hacer, para no verla sufrir... No pude decir otra cosa...El silencio se me atoró, las revelaciones continuaron aquella tarde, las heridas se volvieron a abrir… Heridas que son como ciertas enfermedades que no sanan...
Tonos grises y silencios... Llenan almas...
.