Patria no tengo por jugar a la escondida.
Fui una molestia y, mi oportunidad se derramó.
Tal vez aparezca en mi suave almohadón de plumas,
que me dieron unos pájaros.
Me fui sin dejar rastro;y la dulces margaritas,
se sintieron olvidadas.
Mientras algunos mueren sin saber porqué,
sus ojos de cristal caen como gotas de rocío.
No es mi patria quien escapa,
son ellos al perseguirla.
Haciéndole lo mismo a su mundo que llora,
mientras la última lágrima titila de tristeza.
Las almas se levantan pidiendo esperanza.
Y como no la encuentran abajo,
la hallarán en el cielo.
Sus hijos vienen a éste museo.Al de sus ancestros.
Reloj,dime cuando vendrá,eres un adivino maravilloso.
Snif. . . Snif. . . Y la esperanza la trae de nuevo.
Por eso nosotros hacemos que ellos mueran,
para buscarla cuando se ha perdido.
Juan Cruz Bordoy.