rotko Poeta Activo
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| Tema: San Francisco, casi San Juan y los monaguillos... Miér Ago 13, 2008 1:04 pm | |
| Eramos ocho, yo lo planeé y lo hicimos entre todos…De por sí Juan el sacristán siempre nos había hecho bromas… Como aquella vez con el vino de consagrar, cuando nos dijo donde estaba…Nosotros nos lo bebimos y el padre nos sorprendió a todos cuando lo estábamos degustando…Tremenda regañada y hasta nuestros padres se dieron cuenta… Pero esta vez le haríamos una pequeña bromita…
Deben de saber, que Juan desde que estaba chiquito, había estado en las cosas de las iglesia y luego fue seleccionado como sacristán del convento de los reverendos padres Capuchinos…Por lo tanto era como un fraile, solo que no podía dar misa…en términos generales una buena persona, una buena y supersticiosa, creyencera persona.
En mis labores de explorador eclesiástico y como monaguillo jefe, podía entrar a la iglesia e inclusive a la parte conventual, cuando quisiera. Hasta amigo del fraile cocinero me hice. Fruto de estas investigaciones encontré los sitios más interesantes: la biblioteca y las bodegas detrás del altar mayor.
Estas bodegas estaban divididas en cinco pisos y se accedía por espaciosas escaleras. Para mí era como visitar el cielo: el primer piso; los implementos para dar misa, custodias, patenas. El segundo piso todo lo necesario para las procesiones: cruces altas, y los vestidos de los oficiantes. El cuarto piso: almacenamientos de viejos muebles y el maravilloso quinto piso; lleno de viejas imágenes que ya no se usaban o que se usaban de vez en cuando: la Divina Pastora imponente imagen del siglo 19, San Martín de Porres, San Antonio y otros más y por supuesto un San Francisco yacente que usaban cuando el santo se moría y una bella imagen del tamaño de un hombre, muy pesada y con rasgos casi famélicos que simbolizaba lo austero de nuestros santo.
Aun ahora me sorprendo de lo que se me ocurrió, esa parte de atrás del altar mayor topaba con el final de la calle, vitrales daban la luz que se veía en esos pisos semioscuros…
Encontré que entre piso y piso existía una pequeña abertura casi imperceptible, tal vez el espacio para un desagüe de canoas, que en este momento ya no existían
Mis compañeros monaguillos estaban en el cuarto y yo en el quinto piso. Comencé a molestarlos, ellos se quedaban extrañados de que una voz saliera de entre las paredes. Cuando se dieron cuenta, de la abertura; al báculo de Santiago Apóstol, trataron de meter, lo hicieron tan rápido que apenas me dio tiempo de quitarme cuando salió de mi lado del piso.
Se enredó con el hábito que tenía la imagen de San Francisco y cuando lo jalaron dio la impresión de que la imagen se movía… Ja ja ja… De eso a ir a buscar al sacristán fue solo un segundo.
Lo demás fue juntar una cosa con la otra…
Acudimos en grupo a la celda del convento, le tocamos la puerta y salió acomodándose los pantalones…
! Juan, Juan, San Francisco se está moviendo ¡---dijimos asustados.
No molesten, dejen de joder que mañana debo levantarme temprano, váyanse no me molesten.--- dijo con apuro.
Es cierto, venga, venga--le dijimos ansiosos.
Aquella alma de Dios nos siguió…
Le dijimos que en el quinto piso. Fue subiendo no sin antes santiguarse y nos apostamos en lugares estratégicos.
Tres monaguillos se quedaron en el cuarto piso. Andrés en las escaleras. Y yo en la entrada de la puerta viendo como se acercaba el sacristán a la imagen.
Ven, no se mueve…que mentirosos--- decía esto mientras veía con cuidado la imagen, con una valentía que le hinchaba las aletas de la nariz.
Yo hice una señal a Andrés. Este a los del cuarto piso y empujaron la imagen con tal fuerza que se oyó en toda la iglesia un grito.
¡AAAAAAAh!---Grito lleno de miedo. Seguido de un golpe seco.
El grito que dio aun retumba en mis oídos. La imagen tamaño natural se le vino encima al sacristán, este no tuvo tiempo de quitarse.
Nosotros de la sorpresa nos quedamos petrificados…A mi lado pasó el superior del convento, que juntos con otros logró quitar la imagen de encima del sacristán.
El pobre hombre estaba inconciente y con un hilillo de sangre que le manaba de la cabeza. Como pudieron se lo llevaron al hospital pasó varios días sin reconocer a nadie y diciendo: se mueve, se mueve….
A nosotros nos preguntaron que había pasado…y aunque parezca extraño ninguno dijo nada…Siempre quedó el misterio y hasta la leyenda…
Aun ahora, Juan el sacristán cada vez que pasa por el altar mayor, se santigua y vuelve a mirar en dirección del quinto piso… Sólo que yo sé porque lo hace… Y lo seguirá haciendo siempre...
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Poetisatica Administrador
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| Tema: Re: San Francisco, casi San Juan y los monaguillos... Sáb Ago 23, 2008 12:23 am | |
| jejeje, bueno Roge me entruve mucho con la historia realmente con nuestro bendito lenguaje! gracias amigo por estar y apoyarnos, un abrazotote! Pao! | |
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