EL SENTIDO DE LA VIDA

Era una vez, un hombre que decía que en su vida muchas cosas para el no tenia sentido,
El hombre era un ganadero sin corazón, y que un día pago caro por su desprecio e ingratitud

De los cuatro hijos que tuvo, tres el traía en la palma de la mano
Con cariño y mucha adulación, Y la otra era la menor, que seria su ciña. Solo porque ella era una chica no escondía su decepción,
Y además a todos decía, que hijo tenia que ser hombre, para ayudar el padre en el campo, en el laburo, y que un día seria el dueño de su propia tierra, y que la hija mujer era un atraso en su vida, que además de no servir para trabajar en el campo, no sabría ni dar ordenes, y jamás podría ser un patrón.
En todos los lados que iba los tres hijos el llevaba, solo que la hija el despreciaba, y la pobre entristecida, lloraba a escondidas, y en su esquinita quedaba, sabiendo que el mayor error de su vida era haber nacido mujer, esa era la única culpa que ella cargaba.
Pero un día ya cansada del desprecio que ella sofría, llamando a su padre a un lado le dijo: Papá, usted me vio nacer, pero nunca me consideraste, ya te escuche muchas veces decir que tu mayor orgullo es tu hacienda de ganados y tener los tres hijos a tu lado en el lomo de un caballo o encima de un tractor,
Pero solo hablas de mis hermanos Papa, porque conmigo nunca te importaste,
En ese momento de los ojos de la niña dos lágrimas cayeron,
Pero ella continuo sus pensamientos y llorando aun dijo: yo podía haber nacido un varón, talvez eso fue el error de mi destino, que creo que no me ayudó, pero ahora veo, que haber nacido tu hija fue un engaño, yo ya tengo 12 años, y nunca gane un beso o un abrazo de ti, y es con el alma herida, y el corazón quemando, que me voy de esta casa, y saldré de su vida.

El escucho las palabras de aquella pobre niña, pero no le conmovió sus lagrimas y aun dijo: Nunca escuche tanta tontería en mi vida, tantas cosas tengo que hacer y yo aquí perdiendo mi tiempo con esas tontería tuya, y si quieres saber, hijo, yo solo tengo tres, y si quieres irte, por que no te vas de una vez,
Ella tomo su rumbo y se fue, llevando solo la ropa que vestía,
Nunca mas regreso, y nunca mas dio noticias.

Muchos años se pasaron, y el ganadero empezó a caer en la vida,
De los hijos que el tanto esperaba, no fue bien, y empezaron sus ruinas
Y mas algún tiempo el ganadero fue perdiendo su dinero, mientras una enfermedad mataba su ganado. Los hijos que el tanto adoraba solo pensaban en la farra y en la libertad que tenían, no le hacían caso a la estancia, todo el año pasaban fiesteando, y así gastando todo el dinero que tenían,
El ganadero fue desesperándose de a poco, solo pasaba malos ratos, quitándoles a los hijos drogados de la cárcel. Después de viejo y cansado, el se vio un hombre derrotado, abandonado por sus propios hijos, y se sintió solo, en un hoyo negro, profundo, y despreciado por la vida, completamente solo y endeudado.

Y su estancia que un día ya fue su reino encantado el tuvo que vender para un comprador de otro estado, que cubrió la oferta dada, y acepto las condiciones que el pedía,
Porque el dijo que solo vendería la estancia, si el pudiera trabajar en allá por lo menos de empleado, solo para poder vivir allí el resto de sus días,
-Es con el orgullo herido que vendo todo esto que fue construido por mis propios brazos y que ahora no pasa de un sueño, y que fue destruido por mis propios hijos que hicieron de mi un empleado.

Un cierto día, el estaba sentado debajo de un árbol, admirando todo aquello que ya fue suyo, cuando recibió un recado, que el seria dispensado y en el escritorio de la estancia compareció,
Cuando el fue entrando, ya empezaron diciéndole, - ya esta pronta la papelada, solo falta su firma señor. Y el nervioso ya fue respondiendo: Mira ingenua secretaria, quiero que sepa, que todo lo que ves aquí, un día ya fue mío, y que en el día en que vendí esta tierra, el comprador sabia que yo podía trabajar aquí como empleado, y me dijeron que el había aceptado el acuerdo,
Me dijeron que vivía hacia el otro lado de la región, pero en verdad nunca apareció, y yo ni lo conozco,
Y mira secretaria, dale un recado a ese tu patrón, dile que en esta tierra aun voy a ser enterrado, y no firmare ni un papel de dimisión. Entonces ella contesto: mira señor, estas muy equivocado en tu decisión. Usted entro aquí llamándome de secretaria, usted no sabe ni lo que dice, yo soy la propietaria de la estancia, y usted es mi empleado,
El bajo la mirada, y luego respondió: yo nunca en mi vida, fui tan humillado, puede usted darme la papelada que voy a firmar porque prefiero salir vagando de que tener una mujer como patrón,
Ella agarro el bolígrafo y el papel, le paso, después que el firmo, entonces ella se levanto y le dijo:
Parece que estas llorando señor?, si quieres vete pronto, que yo tengo mas que hacer,
El saliendo con la cabeza abajo hacia fuera, sabiendo que no tiene donde ir, su vida se volvió un desierto,

Entonces, fue acercándose un niño hacia el, y diciéndole:
Por que esta usted llorando ahí parado, mientras mi mama también llora mirándote de lejos?
Yo nunca la vi maltratando un empleado, pero tranquilízate señor, que allí viene ella, y parece que te pedirá perdón. El cuando la vio aproximarse fue luego diciendo;
Yo no necesito de tus consejos y mucho menos de tu perdón, usted, señora, eres rica y una ganadera y yo un viejo que no tiene mas nada en la vida, pero saldré de aquí de cabeza arriba, y al cruzar aquel portón, que por mi fue construida, quiero escuchar su ruido, que siempre fue la señal de mi llegada pero que ahora me apunta el camino, que por ironía es mi punto de partida,
Ya me voy, ya hasta agarre mí, bolsa vieja, y usted puede ir a cuidar de sus empleados porque yo no necesito de despedida, porque este suelo ya fue mi vida y no puedo salir así tan humillado,
Entonces ella dijo: esta vez usted no se engaño en su decisión, porque con desprecio y humillación nadie consigue felicidad, pero veo que usted ya aprendió la lección, solo que de una cosa usted no se dio cuanta señor,
Que durante treinta años yo acompañe sus pasos, e visto sus glorias y sus fracasos y usted aun no me reconoce?
Voy a contarte toda la verdad, yo también ya fui tan despreciada por mi padre y mis hermanos,
A los doce años de edad y tuve que tomar mi rumbo, llevando solo amargura y soledad y fui diciendo a mi misma que un día me vengaría, y cuando yo venciera en mi vida, yo volvería y a todos le mostraría mi valor.Pero ya estoy viendo en sus ojos las lagrimas que caen, que ya te diste cuenta de quien soy y el dolor que estoy sintiendo.
Pero yo aprendí que la venganza no es buena alianza, solo aumenta el dolor, y por favor Papa basta de llorar, ya no suframos, dame un beso y un abrazo, que yo me muero por darte, el mundo me enseño a vivir, y me enseño a perdonar,
Por eso ya no es necesario que se vaya, usted ya tiene su estancia de vuelta para cuidar, y para que pueda usted mejor entender yo le voy a explicar. Que los papeles que firmaste ahora poco en mi mesa, que de tan nervioso usted no leyó antes de firmar, no era su dimisión, sino la escritura de la estancia que yo le estoy devolviendo a tus manos, y ese era el regalo que yo te quería dar, y conmigo usted no necesita preocuparse,
Que estaré aquí cerquita en otra estancia que pude comprar,
Y ya que no te vas mi padre, dame tu bolsa, que tu nieto también te quiere abrazar,
Y el que se sentía tan solo, cuando aquel chico lo abrazo, besándole su rostro y llamándole de abuelo, si el sentía algún tipo de desprecio en aquel instante termino,
Llorando el abrazo su hija y su pequeño nieto, y pidió perdón por su pasado totalmente arrepentido, volvió a ser un hombre honrado y por fin para el su vida tuvo sentido.