Una sonaja olvidada, sucia, agusanada
inocentemente ultrajada, por las manos de un abuso...
Un delirio de amante enviciado en aguas
amarillas, hedores, indiferencia de cuerpos,
vomitando el egoísmo por una municipal boca.
Interminable suplicio rasgando paredones...
un estatus social corrupto, una palabra tejida
con los hilos del engaño, sucia, traidora, despreciable.
Un sexo comprado por pesos, billetes rotos
orgasmo fijido y un cuido de reojo, navaja
y un filo de defensa.
Un silencio implacable agonizante
cómplice mudo, cansado y reo.
rasgado por las uñas del engaño
negras, deformes por el letargo
del tiempo viejo...acalambrado y preso.
Deshilvanando un compungido
llanto por la tristeza sombría
de la luna pálida, sola, moribunda,
que se encoje ahogada
sin mitigar el abismal, olvido
lóbrego, angosto de un final sin previo aviso.
Así suele ser la vida.